Aguas cercenadas:

III Ego: Cicatrices de la carne

 

 

 

(Del lat. caro, carnis)

– Parte muscular del cuerpo de los animales.

– Uno de los tres enemigos del alma, que, según el catecismo de la doctrina cristiana, inclina a la sensualidad y lascivia.

 

CUANDO LA  RABIA TE PARTE EN DOS

Y siguen a cada segundo

desprendiéndose los susurros de esperma

VEo como caen

bordeando un suelo vertical para ir a dar en medio del sucio epicentro.

VEo como caen

entre sus propias cenizas de vértigo

VEo como caen

haciendo trizas al camino y sus dientes

haciendo trizas con sus dientes  molidos, alientos de baba incrédula

haciendo trizas sus propios respiros.

VEo como caen

en el término de alguna posición fetal rastrillando tan fuerte el ardor de su parto que sólo se murmuró el supuesto origen.

VEo como caen

tan cerca que por un paso  la línea en medio de ojo no se permitió difamar.

VEo como caen

tan cerca que unas manos explotan en sangre,
coagulada sangre perfectamente cicatriz
de los nódulos nerviosos  que nunca se contemplan.

 

HIGIENE VERBAL

Limpiar el verso

Limpiar la ropa

Limpiar la piel

Limpiar la sangre

Limpiar el cuerpo

Limpiar las ácidas sábanas después del sudor

Mientras, mis pies caminantes sólidos de palabras

se humedecen cual ajo entre piernas rabiosas de algún alarido poco decente.

Mi cabeza se enreda entre versos que escribe y aquellos que escribirá.

Entre aquellos que debe borrar y la lista del supermercado

Un poco por costumbre con gustito a sal,

un poco de palabras con gusto a incertudumbre…

 

DE LA NO SORPRESA

Bastó sólo el gong; ella le sonrió mientras se escapaba, imaginando la hermosura de lo que pudo haber sido fecundado, pero no, su falso hijo se desvanecía envuelto en sangre y la hinchazón interna corroboraba los hechos… Todo resultaba ser como siempre, el deseo de poder abandonar los ojos de vidrio y el pelo rubio artificial a cambio de unas pocas lágrimas y gritos… hubo entonces la necesidad de apagar los reflectores, bajar las escaleras y sonreír.

Para bien o mal, como siempre ya no existía sorpresa

ANHELO

Callaré mis palabras por ver si apareces…

Te anhelo en proyección y deseo, pero temo y amo que no te presentes en realidad.

Callaré mis manos por ver si apareces en mi ombligo aunque sea por molestar

Callaré mis ojos por ver si apareces fecundo y sano, lagrimeando sal de playa y olas

Callaré mi boca para no hartarte de palabras llorosas de esas que suelen hormiguear

Callaré mis oídos para desearte en mudez y eco interno…

Te lo prometo,  crearemos un idioma propio de olores cítricos para que no nos duela la cabeza…

Callaré mis dientes para no morder tu risa, esa que abunda en la habitación que te espera

Callaré mis brazos para seguir amando a ese hombre especial, que te busca hurgando ahí en esos rincones de pliegues y dulces cosquillas.

Lo sé, estás desde hace mucho

Esperando a que me calle… pero sabes bien que el silencio me ASUSTA… pues si bien puede llenar por completo este anhelo… se puede también chocar de golpe con el vacío.

 

EXPLICACIÓN

MI VENTANA me ha contado un cuento de misterio me ha dicho que cuando cierro los ojos,  mis pies se desprenden de mi cuerpo y salen a caminar por todos los lugares en los que yo no les permito andar de día.

Ahora entiendo porque desde hace un tiempo despiertan siempre cansados